Martes 16/02/10.- Se inicia la ruta en el polígono industrial del Gonzalín, pasando por la pasarela que cruza sobre las vías del ferrocarril, nos dirigimos al pueblo de Ribono con una señalización deficiente y con mucha ayuda de los mapas, cruzamos esta localidad, llegando hasta una carretera, que pasando por las cercanías de Panizales, nos lleva al Prau Cimero, desde el que se contemplan unas hermosas vistas de Mieres y sus alrededores.Continuamos por esta carretera, rodeando el Cordal de Siana perdiendo la vista del valle del caudal y comenzando a vislumbrar las vistas… …un poco más adelante la carretera se bifurca el camino de la ruta continua de frente y una pista asfaltada nos lleva al mirador del pico Seana
donde se encuentra también una antena de televisión que nos ofrece una impresionante vista de todo el valle central de Asturias y los picos de la Cordillera Cantábrica La sierra del Sueve, dándonos la impresión de estar en uno de los balcones más privilegiados de la geografía asturiana.
Todavía con la emoción de la bella panorámica observada descendemos del mirador para adentrarnos de nuevo en la ruta, pasando la Campa Roiles nos encontramos con una bandada de buitres que inician el vuelo a escasos metros de donde nos encontramos y que seguiremos divisando durante el trayecto por las zonas más altas del camino. Poco después llegamos a la Campa Rañauri donde nos situamos más gracias a la línea de alta tensión que lo cruza que a la señalización de la ruta. A continuación iniciamos el descenso en dirección a la Pandiella en esta zona hay una divergencia entre la ruta que figura en la guía de la F.E.M.P.A. y la señalización sobre el terreno esta última está colocada a lo largo de la pista que conduce a la taza mientras que en la información impresa indica ir hacia Pandiella como hicimos nosotros, lo cual nos llevo a que únicamente
gracias a la suerte cogiéramos un camino que aunque no era el marcado si que nos llevó al mismo punto, a partir del cual recuperaramos la señalización y así no tuvimos problemas para encontrar el camino debajo del pico Coxial que haciéndonos girar a la izquierda nos conducía a la localidad de Paxio, a la que llegamos por las piscinas, y que atravesamos para coger el antiguo Camino Real que con una fuerte pendiente, al llegar a Espinedo una jauría de perros sueltos nos obligo a retroceder por el camino que traiamos para evitar dicha aldea por la carretera tras 3 kilometros por esta volvíamos a las proximidades de Ribono para desandar el inicio de la ruta que ya conocíamos de por la mañana
donde se encuentra también una antena de televisión que nos ofrece una impresionante vista de todo el valle central de Asturias y los picos de la Cordillera Cantábrica La sierra del Sueve, dándonos la impresión de estar en uno de los balcones más privilegiados de la geografía asturiana. Todavía con la emoción de la bella panorámica observada descendemos del mirador para adentrarnos de nuevo en la ruta, pasando la Campa Roiles nos encontramos con una bandada de buitres que inician el vuelo a escasos metros de donde nos encontramos y que seguiremos divisando durante el trayecto por las zonas más altas del camino. Poco después llegamos a la Campa Rañauri donde nos situamos más gracias a la línea de alta tensión que lo cruza que a la señalización de la ruta. A continuación iniciamos el descenso en dirección a la Pandiella en esta zona hay una divergencia entre la ruta que figura en la guía de la F.E.M.P.A. y la señalización sobre el terreno esta última está colocada a lo largo de la pista que conduce a la taza mientras que en la información impresa indica ir hacia Pandiella como hicimos nosotros, lo cual nos llevo a que únicamente
gracias a la suerte cogiéramos un camino que aunque no era el marcado si que nos llevó al mismo punto, a partir del cual recuperaramos la señalización y así no tuvimos problemas para encontrar el camino debajo del pico Coxial que haciéndonos girar a la izquierda nos conducía a la localidad de Paxio, a la que llegamos por las piscinas, y que atravesamos para coger el antiguo Camino Real que con una fuerte pendiente, al llegar a Espinedo una jauría de perros sueltos nos obligo a retroceder por el camino que traiamos para evitar dicha aldea por la carretera tras 3 kilometros por esta volvíamos a las proximidades de Ribono para desandar el inicio de la ruta que ya conocíamos de por la mañana
