Como ayer hoy y siempre...










"Siempre hemos vivido en la miseria, y nos acomodaremos a ella por un tiempo. Pero no olvide que los obreros, son los únicos productores de riqueza. Somos nosotros los obreros, los que hacemos marchar las maquinas en las industrias, los que extraemos el carbón y los minerales de las minas, los que construimos las ciudades.... ¿por qué no vamos, pues, a construir y en mejores condiciones para reemplazar lo destruido? Las ruinas no nos dan miedo. Sabemos que no vamos a heredar más que ruinas, porque la burguesía trata de arruinar al mundo en la última fase de su historia. Pero te repito que no nos dan miedo las ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones. Ese mundo está creciendo en este instante."
Este, es un pensamiento de Buenaventura Durruti, en el primer tercio del siglo pasado, pero se puede aplicar perfectamente a nuestros días, en los que a través de esta crisis global, se está llevando a cabo la destrucción de los derechos laborales y la ampliación de la desigualdad hasta unos límites que creiamos que no se iban a repetir.
Junto a esta crisis global estamos sufriendo una crisis medioambiental que los sectores más conservadores de la sociedad, niegan  para que todos seamos complices de la destrucción del planeta en aras de los beneficios de esas elites.
Junto a esto se fomentan los conflictos, planteando como solución una huida hacia adelante, incrementando el comercio de armas, implicando mas y mas ejercitos, bombardeando por tierra y aire, aumentando el número de vicimas en lugar de cortar el comercio de armas y las fuentes de financiación de los ejercitos armados, para forzarles a negociar y buscar soluciones pacíficas, apoyando a la población civil para tratar de minimizar los daños.
Todo esto y mucho más forma parte de la ambición destructora de las élites dominantes, la política de tierra quemada, en la creencia que su dinero les va a salvar de la destrucción, olvidando la historia quieren colocarnos en una situación de hace una centuria, y lo están consiguiendo, pero no solo en cuanto a la situación económica, sino en cuanto a la contestación a esos diabólicos planes, no olvidemos ejemplos como los de todos aquellos luchadores que a principios del siglo XX , luchaban por la libertad y la dignidad, y sigamos levantandonos en la construcción de un nuevo mundo.