A una semana vista de las elecciones del 20-N (fastidiando la jornada de lucha antifascista) es el primer año que no parece que las cosas se van a quedar como están durante otros cuatro años, durante los últimos años el único cambio que ha habido con las elecciones es la jeta del presidente de turno y a quien le tocaba rabiar por que los del otro partido estaban monopolizando las prebendas de los poderosos mientras ellos tenían que conformarse con una parte mucho más pequeña del pastel. Los gobiernos cambiaban, para que nada cambiara.
Pero este año, todo esto ha cambiado por que, por fin, ha cristalizado otra fuerza política, que dá, otra voz a los ciudadanos votantes y no votantes, para expresar su descontento y las alternativas que se pueden realizar. Digo “cristalizar” y no como la mayoría de la gente que dicen “nuevo”, porque el movimiento 15-M, los indignados, etc. no es algo que haya surgido espontáneamente, es el fruto del trabajo de miles de personas, que por todas partes de este país, llevan muchos años agitando las dormidas conciencias de los consumidores, porque la mayoría de los ciudadanos de este país, es en lo que se han convertido, en meros consumidores, eso si, de todo tipo de productos, uno de los cuales es la política, que los partidos manufacturan y los medios de comunicación nos enlatan para que cómodamente la podamos degustar en el salón de nuestra casa, organizando pequeños sindicatos, pequeños partidos políticos, asociaciones feministas, de contra información, de derechos humanos, de comercio justo, etc., etc., siendo golpeados en Seatle, Praga, Genova, etc., saliendo a la calle cada primero de mayo, cada 20-N, cada huelga general, y todos aquellos días que fuera necesario para defender el medio ambiente, los derechos de los trabajadores, la solidaridad internacional, los derechos de los animales, etc., etc., grupos cuyo poder de convocatoria ha ido creciendo día a día y a los que desde aquí quiero rendir homenaje.
El trabajo de todas estas personas es tan solo el catalizador que ha hecho que se visualice esta fuerza política los verdaderos ingredientes que lo han conseguido, ha sido la desmedida avaricia de los poderosos, la ignorante desidia y delirios elitistas de los políticos, el nuevo deporte de tiro al blanco practicado por los ejércitos de la OTAN, etc., toda la serie de injusticias que hacen de este mundo la catástrofe en la que vivimos y que durante estos años lo llaman crisis, tan ficticia como los años que lo llamaban boom económico, porque tanto una cosa como la otra se mide en dinero, que en realidad no es absolutamente nada, no se puede comer, ni respirar, ni beber, ni fabricar nada, para lo único que sirve es para crear la falsedad de que unas personas están por encima de otras, y hasta que no se supere eso y se empiece a organizar la sociedad de una manera horizontal basada en el respeto, cuidado y reparto de los escasos recursos naturales de los que disponemos estaremos a merced de las falsedades que se quieran inventar, déficit, tasa de riesgo, etc., etc.