Domingo 16/10/11.- En la plaza de la localidad de Redipollos (1145 m.), tomamos la calle que nos marca, el rebeco de su fuente central y que desemboca, en la pista, que discurre por la vega del arroyo Murias, al principio por una zona despejada, entre verdes prados, que nos permite la vista de las elevaciones cercanas de la sierra de Murias y del macizo de Manpodre al frente. Enseguida esta pista, nos interna en un bosque de robles y castaños, que en estos primeros días de Otoño, se va tornando de colores ocres y amarillos, sintiendo el ruido del caudal de agua del arroyo un poco más allá, pero sin verlo por la arboleda, de esta manera llegamos al caserío vega de San Pedro, una casa al borde de un prado que nos permite ver el arroyo. Un poco más adelante, tomamos una desviación a la izquierda, donde la pendiente se endurece un poco, internándonos en el robledal de Torcedos, donde se situa una bonita área recreativa dentro de un corro de piedra, volvemos a la pista que continua por el valle Bustil de Pepe, ganando altura comodamente, junto a un arroyo, alcanzamos un cartel que nos indica la Fuente del cardo y más adelante llegando a la Cervencia, donde se sitúa una construcción de uso ganadero, que no alcanzamos, giramos a la derecha abandonando la pista por un sendero de ganado, en la Cabrera en dirección al collado Cervunal (2027 m.). Vamos caminando hacia el este, por un terreno con pendiente suave, remontando el promontorio de la Cabrera (1907 m.), para situarnos en la parte posterior del pico la Polinosa (2159 m.), a partir de este punto comenzamos a trepar por una zona de fuerte pendiente, buscando los puntos por los que nos resulta más fácil caminar y atravesando alguna cresta rocosa por pasos sencillos, hasta que alcanzamos la cuerda del pico que llega hasta el collado cervunal, que dejamos a nuestra espalda, ganando altura rápidamente, con una cresta rocosa a nuestra izquierda y con unas hermosas vistas a los picos de Europa y al resto del macizo de Manpodre, alcanzando la cota 2100 m., ya solo nos queda crestear unos pocos metros, para alcanzar la cumbre que nos proponíamos.
El pico de la Cruz de Manpodre nos divide las vistas (foto inical) hacia el norte, a la derecha del mismo podemos ver, en primer término el resto de los picos del macizo de Manpodre, el pico Salmanquino, Mediodía, etc., y al fondo las cumbres de la vertiente leonesa de los picos de Europa, a la izquierda de la Cruz podemos ver la belleza de peña Ten, el Tiatordos, el Pierzu, etc. y más en primer término, otro viejo conocido el Peñón de San Justo. Hacia el sur, tenemos unas hermosas vistas, con el pantano del Porma, reflejando el sol entre las montañas y el pico Susarón, con la vega de Puebla de Lillo en su base, con sus árboles de hojas doradas destacando con la luz del mediodía, entre el verdor de la pradería. Después de recrearnos en el paisaje iniciamos el descenso por la cara occidental del pico (el lado contrario de por el que alcanzamos la cumbre), en principio ascenso con una enorme pendiente, pero por piso menos rocoso que la cara de la ascensión, la dificultad la ponían grandes zonas de grava suelta que facilitaban enormemente los resbalones, una vez superada esta zona, en la zona más llana, la dificultad estaba en las altas y cerradas escobas, que nos fustigaban, pero buscando los claros, tampoco había mayor dificultad, una vez que alcanzamos el valle Bustil de Pepe, en su parte final, nos dirigimos por una pradera hacia la collada Fermosa (1749 m.), donde se nos vuelven a abrir grandes vistas hacia Peña Ten y el Tiatordos,en este punto comenzamos el descenso por la ladera de los picos de Manpodre, en dirección al collado de la Maraña pero un poco antes de llegar a ella cambia de dirección, internándose en el valle del arroyo de la Fuentona, en la base del Cueto Juracado(1794 m.), este arroyo va contorneando las distintas elevaciones de la zona, el anteriormente citado Juracado, el pico de las Carvas (1889 m.), Oscura de Redipollos (1559 m.), alto de Sestil (1708 m.) etc. La pista forma una amplia curva antes de llegar al paraje de los Heros y nos introduce en una resta rocosa perpendicular a la misma y que podemos atravesar gracias a que el arroyo la ha horadado, confundiéndose camino y arroyo en el estrecho pasadizo tallado en la roca, y que forma un hermosísimo conjunto con formaciones rocosas que bien podrían inspirar una leyenda, al salir de este pasadizo natural tenemos de frente la ladera del pico Oscura de Redipollos, en la que se empiezan a ver los colores ocres y dorados del otoño, la pista siguiendo el trazado del arroyo rodea este pico por su base para alcanzar las hoces de la cabrera, donde nos recibe un bosque de robles vestido con los colores otoñales y una tupida alfombra de hojas secas, al salir de este bosque el río hace un meandro que la pista ataja dejando el bosque junto a él. El camino transita a continuación por los prados de Baz donde la vega del río se ensancha y que ha sido aprovechado para pastos para el ganado, esta vega desemboca en la del Porma, donde se pueden ver unas casas de Puebla de Lillo, cruzamos el arroyo de la Fuentona, para dirigir nuestros pasos hacia la carretera, al llegar a esta giramos a la izquierda llegando en unos pocos metros de nuevo a la localidad de Redipollos donde finaliza nuestra ruta.