212 gr de harina
255 gr., de agua
Sal
Se pone el agua a calentar en una cazuela con la sal (muy importante no olvidarse de la sal por que al freir los churros pueden explotar, pudiendo producir quemaduras) cuando este hirviendo el agua se echa la harina de una vez y se remueve con una cuchara de madera hasta que se despegue de los bordes y quede una masa un poco homogenea, se retira del fuego y se deja enfriar brevemente, después se vuelca la masa en una meseta y se amasa con las manos para terminar de uniformizarla, se pone a calentar el aceite y se introduce la masa en una churrera, una vez que está el aceite bien caliente se va echando porciones de masa del cordon que sale por la boca de la churrera, cortandolo con un cubierto (yo utilizo las pinzas para dar vuelta a los churros), dejar friendo hasta que estén dorados, se sacan en un plato con papel de cocina para que absorba el aceite y aún calientes se espolvorea azucar por encima.