17/3/18
En la parroquia de Cobreces del municipio cantabro de Alfoz del Lloredo, desemboca el arroyo de la Presa, en el mar, formando poco antes de su desembocadura una pequeña cascada escalonada, de unos 6 m. de altura que conforma un hermoso paraje entre los acantilados. En este lugar se encuentran las ruinas de dos molinos harineros que se construyeron, para aprovechar la fuerza del arroyo para realizar su tarea. Para llegar a esta cascada, desde la carretera C-131 se toma un camino vecinal ligeramente asfaltado, que sale desde esta carretera junto al Mesón Alfonso, dirigiendose a la izquierda en el primer cruce y de frente en el segundo, se llega a un pequeño aparcamiento, casi donde empiezan los acantilados, continuando brevemente por el sendero llegamos al lugar del molino, para disfrutar de la cascada.Ermita de Santa Justa y torreon de San Telmo
17/3/18
Se ubica en una cavidad en el núcleo vaciado de un pliegue anticlinal, salpicada por el oleaje marino y sólo es visitable cuando el mar está en calma y con marea baja porque cuando hay mareas muy grandes el camino que lleva a la misma es ocultado por el agua. Bordeando esta cala hay acantilados desde los que se obtienen fantásticas vistas al mar. La ermita de Santa Justa se cree que fue habitada por algún anacoreta(entre el siglo VIII y el X) que emigró de las zonas que habían sufrido la invasión musulmana, posiblemente de Sevilla donde estaban los restos de las santas Justa y Rufina. La ermita que vemos hoy en día data del siglo XVI y se erigió sobre los restos de un antiguo templo del siglo XII en el que se veneraba a Santa Justa, en 2010 se declaró como bien de interés local. De carácter semirrupestre, sólo posee dos paredes de piedra de mampostería, además de la cubierta de teja de una sola agua, todo ello unido al acantilado. La Torre de San Telmo también denominada Mota Justa, del siglo XIV, está situada en los acantilados que separan la playa de El Sable en la ensenada de Santa Justa. Se trata de una antigua atalaya medievalInterior de la ermita |
Santillana del mar
17/3/18
Casa de los HombronesLa Casa de los Hombrones o de los Villa se encuentra ubicada al final de la Calle del Cantón, al lado del Museo de la Tortura, en pleno casco histórico de Santillana del Mar y a 200 metros de la Colegiata de Santa Juliana. La casa es un edificio barroco del siglo XVII construido en piedra de sillería, de planta rectangular, dos alturas y tejado a dos aguas y en la que destaca su fachada principal que da a la calle del Cantón. Esta fachada presenta en el cuerpo inferior un soportal con cuatro arcos rebajados que cobijan las dos puertas de acceso a la vivienda, una de ellas en arco apuntado formado por grandes dovelas. Una sencilla imposta separa las dos alturas en este cuerpo superior, destacan tres ventanas adinteladas y es donde se encuentra el gran escudo de armas de los Villa que da nombre a la casa por los dos hombres que aparecen en él, como tenantes, en la inscripción del escudo se puede leer: “Un buen morir es honra de la vida”. La fachada se remata con una moldura sobre la que descansa un pequeño alero. Toda la fachada se encuentra realizada en piedra de sillería.
Colegiata de Santa Juliana
Fachada principal |
Detalle frontón de acceso |
Exterior del ábside |
Ala sur del claustro. |
Pesaje de las almas |
Guerrero luchando contra un oso |
Palacio de Velarde
También denominada Casa de las arenas, se ubica en la plaza de las Arenas, junto a la Colegiata. Fue edificado en el siglo XVI por Alonso Velarde, vástago de un poderoso linaje local. Era hermano menor de Rodrigo Fernández Velarde, que construyó la casa del Cantón en la misma villa, e hijo de otro Rodrigo o Ruy Fernández Velarde y de María Fernández de Villa, patronos de la capilla de San Juan de la Colegiata, que testaron en 1528. El palacio se sucedió en el linaje de Velarde y siguió en sus descendientes hasta principios del siglo XX. La última dueña hereditaria fue María García de la Llata, que en 1915 lo vendió al escritor Ricardo León. Después lo compró Fernando de la Cerda, duque de Parcent, que acometió una vasta rehabilitación. El duque murió sin hijos y heredó el palacio su viuda, Trinidad von Scholtz Hermensdorff, notable mecenas y coleccionista de arte. La duquesa dejó por heredera a su hija de un matrimonio anterior: Piedad de Yturbe, marquesa de Belvís de las Navas, y de ésta hubo el palacio su hijo el príncipe Alfonso de Hohenlohe, falledido en 2003. En 2008 fue puesto en venta por un médico de Torrelavega, que lo poseía por entonces. Es de estilo renacentista, como se aprecia en la fachada principal, situada al este, con soportal, balcones y escudos. La fachada que se abre a la plaza muestra el hastial escalonado con pináculos decorativos y ventanas ritmadas, propio de este tipo de palacios. Destaca el antepecho de la estancia principal, enmarcado por decoración plateresca y el escudo del linaje.
La casa de los Quevedo y Cossío
Sopoportal de desague del arroyo |
Lavadero-abrevadero
Se localiza en la calle del Cantón de camino a la colegiata de Santa Juliana, a la altura de las casas de Quevedo y Cossío. Se trata de un conjunto de una fuente tipo manantial, cerrada con una puerta de madera, para que no entren animales, un lavadero y un abrevadero para que beban los animales domésticos, los dos primeros elementos se encuentran cubiertos por un tejado a un agua sostenido por pilares y jabalcones de madera, y acabado de teja curva, fue construido en el siglo XVI y conduce el agua hasta el extremo del abrevadero contrario a la fuente, por el que desagua a traves de la calle por los soportales de la casa Quevedo, dando orígen al arroyo.
Torre de Don Borja
Situada en el Casco Historico de Santillana del Mar es uno de los edificios más importantes de la Villa. Actualmente, es propiedad de la Fundación Santillana. El nombre de la torre se corresponde con el último titular de mayorazgo, D. Francisco de Borja Barreda (1844). Es de planta cuadrada y tiene 3 alturas con cubierta a cuatro aguas. Esta realizada en piedra de sillería. Es propiamente una casa torre que consta de dos cuerpos, el posterior de construcción más tardía, pero dentro del s. XV, unidos por un patio interior del s XVI de gran belleza y originalidad en la arquitectura montañesa. La fachada principal, orientada al sur, da a la plaza y tiene un soportal con doble arco rebajado bastante reformado y gárgolas de cañón. La casa fue adquirida por el Conde Güel, quien la regalo a la infanta Paz de Borbón en 1927. El edificio propiedad de la Fundación Santillana desde 1981, fue cedido en abril de 2012 con el acuerdo de que el consistorio pudiera utilizar sus instalaciones con fines municipales, según un convenio firmado para los próximos siete años.
Ayuntamiento
El imponente edificio del Ayuntamiento de Santillana del Mar le encontramos en la que antiguamente era la Plaza Mayor y la también Plaza del Mercado, actualmente se conoce como la Plaza de Ramón y Pelayo, y está en pleno centro del casco histórico de Santillana del Mar. El edificio fue construido en piedra de sillería arenisca amarillenta a principios del siglo XVIII. A lo largo de su historia, el edificio ha sufrido diversas reformas, entre las que destaca la producida a mediados de 1883 con el fin de adaptarlo para ser la sede del Ayuntamiento del municipio. Sede que ha seguido siendo hasta la fecha. De esta reforma data el escudo de armas de la villa sobre leones y sirenas timbradas por la corona del marquesado de la época y que vemos en la fachada de finales del siglo XIX. Se trata de un edificio con planta cuadrada y de dos pisos, así como un tejado a tres aguas, debido a que está adosado a otro edificio. Destaca en la construcción una gran balconada de hierro, un soportal con varios arcos en el que hay unas armaduras y el enorme escudo de la villa que sirve de adorno para la fachada.
Casas del Águila y la Parra
Casa del Águila |
Casa de la Parra |
La casa de Leonor de la Vega
Exterior |
Interior |
La Torre del Merino
La Torre del Merino se alza imponente en pleno centro histórico de Santillana del Mar, en la antigua Plaza del Mercado, hoy llamada Plaza de Ramón Pelayo o Plaza Mayor, junto a la Torre de Don Borja y frente al Ayuntamiento de Santillana del Mar. La Torre del Merino es considerada como una de las construcciones más antiguas de la villa ya que se cree que data del siglo XIV. Su nombre es debido a que esta torre era la vivienda del Merino Mayor de las Asturias de Santillana, es decir, el representante del rey y administrador de la zona. La torre aún mantiene, a día de hoy, prácticamente su aspecto original, con algunas transformaciones que ha sufrido a lo largo de los siglos, como por ejemplo la conversión de las almenas en ventanas con la construcción del tejado o la pequeña ventana adintelada encima de la puerta, que también es una modificación posterior. En su interior, se pueden ver exposiciones además de la propia estructura de madera de la torre en todo su esplendor, algo que no te puedes perder.
El Parador Nacional Gil Blas
Edificado a finales del siglo XVII por un miembro del linaje Bracho, luego emparentado con los Barreda. Es de estilo barroco con piedra de sillería, al estilo de otras casonas de la villa construidas por hidalgos montañeses del siglo XVII en contraste con las casonas medievales. Su aspecto exterior es más sobrio que los demás palacios de la villa. En su fachada destacan el escudo de la familia de los Barreda, cuatro balconadas de forja y su tejado a dos aguas. Un amplio zaguán precede al estragal, en torno al cual se abren las diversas estancias de servicio y punto de arranque de la escalera que asciende al piso principal. En 1946 fue incorporado a la Red de Paradores Nacionales.
Casa de los Villa
Situada a la entrada de la villa en la calle Santo Domingo. Responde esta construcción a las características de la arquitectura urbana del siglo XVIII. Sus armas comparten los cuarteles del escudo con las de las familias Cos, Bracho y Bustamante. Posee la construcción una planta en forma de escuadra, fruto sin duda de varias reformas. Al volumen más antiguo, en forma de torre, se le adosó a su muro norte en el siglo XVIII, una nueva vivienda de planta rectangular alargada. De ahí que la ventana en arco rebajado de grandes dovelas que se observa a la derecha de la fachada, pudo ser la puerta de entrada a la casa antigua, edificada en el siglo XVI, y así lo atestiguan otros dos vanos posteriores de la misma estancia. La portada corresponde al edificio del XVIII, época en que se remodeló toda la fachada. Presenta una puerta adintelada, entre pilastras flanqueada por óculos. Sobre ellos dos balcones de hierro con ménsula de piedra del tipo de púlpito, con puertas de acceso adinteladas y entre ellas el blasón de la familia.
Palacio de Benemejís o Palacio de Peredo-Barreda
Este palacio es considerado como uno de los edificios más elegantes de la villa y data de principios del siglo XVII. Fue mandado construir por D. Francisco Miguel de Peredo sobre alguna antigua torre o vivienda gótica que la familia Barreda poseía en el solar, lo que nos lleva a entender el porqué de la segunda parte de su nombre. El nombre de Palacio de Benemejís viene de más tarde, ya que los descendientes de la marquesa de Benemjís fueron los propietarios del inmueble hasta que lo adquirió Caja Cantabria, actual propietario. Se trata de un edificio de estilo barroco de planta cuadrada, tejado a cuatro aguas con pináculos decorativos en sus esquinas y dos alturas, en el que podemos destacar la elegante fachada principal que da a la calle de Santo Domingo. En ella, podemos ver el espléndido escudo de los Peredo y la gran balconada de forja justo debajo del mismo. El edificio de sillería se encuentra en el mismo conjunto que las casas anexas y el inmenso jardín botánico que las enmarca. Actualmente, todo el conjunto pertenece a Caja Cantabria, que lo utiliza como Centro Cultural para exposiciones.
La casa de los Abades
Se sitúa junto al atrio de la Colegiata y también se denomina Casa de la Archiduquesa Margarita de Austria, por haber sido residencia de ésta al emigrar de su patria tras la caída del Imperio Austro-húngaro. Fue construida a finales del siglo XVII o principios o principios del XVIII de estilo renacentista y barroco, perteneció originariamente a los abades de la Colegiata y un siglo más tarde pertenecía a la familia Barreda Bracho. Cabe resaltar las verjas de las ventanas de la planta inferior y los escudos son modernos, obra de Jesús Otero, con los emblemas de los más notables linajes de la villa.