15/3/2010.- Partimos de la collada Llomena a 993 metros de altitud, desde este lugar contemplamos un paisaje totalmente nevado y cubierto por las nubes, nubes bajas que nos hacen presagiar que en el pico estará cubierto de niebla, descendemos por la carretera 2 kilómetros hasta Viego y cogemos una pista que nos lleva primero al cementerio de esta localidad, donde comienza la ascensión al pico Peña Salón. A partir de este punto la vista se vuelve un sendero que ascendiendo nos lleva al río Villantoñan que tras cruzar por las rocas iniciamos un un pequeño ascenso por una pared casi vertical que salvamos por la roca casi desnuda con el consiguiente riesgo de resbalones. Enseguida iniciamos un serpenteo por la ladera oeste de Peña Salón entre la nieve, para salvar la fuerte pendiente que nos separa de la collada
El Baxenu, alcanzada esta tenemos una hermosa vista de los picos de la Cerra y del Valle Vibolines, este es el punto al que retornamos una vez alcanzado el pico para llegar a la aldea de Viboli y posteriormente al Puente Huera. Pero ahora nos dirigimos hacia la izquierda por una pista que lleva a Biamón y que desde nuestra posición con toda la ladera cubierta de nieve únicamente distinguimos por los taludes recubiertos de roca que la sostienen para alcanzar una estrecha canal entre dos macizos rocosos de dimensiones colosales.
Iniciamos la última parte de la ascensión con la misma tónica que la anterior zigzagueando por la ladera cubierta de nieve cruzamos el canal entre las rocas sin demasiada dificultad poco después dejamos la pista para iniciar el definitivo ascenso para alcanzar el pico materializado en esta peña por una cruz que sostiene el buzón de cumbres, las vistas desde este pico son nulas tan solo hacia el norte se distinguen unos árboles sin hojas por que nos encontramos rodeados por una niebla lo suficientemente intensa para negarnos las vistas.
peligroso que la subida sobre todo en el canal entre las moles rocosas, pero alcanzamos de nuevo la collada El Baxenu sin mayores complicaciones iniciándose el camino de descenso a la aldea de Viboli casi en horizontal, por la cuerda del monte Curuezo. Posteriormente nos adentramos en un precioso Hayedo con sus árboles centenarios formando curiosas poses que nos evocan leyendas y supersticiones ya perdidas como si una bruja laboriosa les hubiera dado formas caprichosas que se aprecian mejor en esta época que se encuentran los arboles desnudos. La poco después la pendiente va aumentando y la senda se vuelve pista y pista de hormigón que con una fuerte pendiente nos lleva a las primeras casas de la aldea de Viboli Alto, a partir de esta localidad se transforma en una estrecha carretera que con no demasiada pendiente nos lleva hasta Viboli bajo y un poco más adelante nos lleva hasta les Mesties que es el punto donde la riega de Porciles y el río Suergu se juntan para dar paso al río de Viboli que nos acompañará el resto del camino hasta su desembocadura en el río Sella, por entre las foces de Candano y de los andamios, ruidoso y escurridizo escondiéndose entre las rocas mucho más debajo de la carretera y aflorando improvisadamente casi a nuestra altura y obligando a la carretera a formar curvas imposibles casi circulares y de pendiente casi insalvable para no alejarse mucho de este río. Además el camino está. salpicado de cascadas que dan a esta ruta y en general a este concejo asturiano un encanto único. Y así acompañados por la viveza del agua en todas sus formas llegamos a la Venta Aguera en pleno desfiladero de los Beyos, sorprendiéndonos también con su belleza y con la vista de cascadas que desconocíamos y con la belleza del río Sella discurriendo entre las rocas.