Domingo 17/10/10 .- En esta ocasión, visitamos uno de los parajes de mayor interés paisajístico y ecológico, el Bosque de Muniellos, en el concejo de Cangas del Narcea. Esta excursión no parte este día 17 de Octubre de 2010, la salida se remonta a Enero del año 2010, cuando tuvimos que materializar la reserva de este día para poder realizar esta ruta, continua 17 dias antes de la fecha cuando confirmamos dicha reserva, requisito indispensable para ir completando el objetivo, y por último, a las 10:00 horas de la mañana llegábamos al centro de interpretación de Tablizas. En este punto nos identificamos para el acceso al parque y nos dan la información de la ruta y sobre todo del tiempo que tenemos para hacerla, y que en general se resume en que tenemos que estar de regreso entre las seis y las seis y media y que para controlarnos que lo podemos hacer tenemos que estar en el primer cartel de indicación de la ruta a las 12 y en el segundo antes de las 3 para que podamos subir a las lagunas en caso contrario no podríamos por que necesitaríamos como unas tres horas más para llegar de nuevo al punto de recepción de la reserva, en el caso de que no cumpliéramos el tiempo establecido para llegar a la primera indicación, tendríamos que dar la vuelta. Con estas premisas partimos del centro de recepción a las diez y veinte en principio nos dirigimos hacia un puente que tenemos enfrente de nosotros pero nos indican que no es hacia allí si no que es en el sentido contrario, por un camino, que pasa por detrás del centro de recepción (666 m.). Empezamos subiendo por la Vallina de Porciles, con una pendiente bastante fuerte, pero es un tramo muy corto y enseguida la pendiente se suaviza para dirigirnos al Vallinón de la Degollada, es un camino ancho y de tierra así que la subida es cómoda, caminamos por lo más profundo del bosque, bastante cerrado, enseguida que sobrepasamos Tablizas por la parte de atrás comenzamos a caminar junto al riachuelo, añadiendo el ingrediente que nos faltaba para convertirlo en un paisaje idílico, oyendo el rumor del agua entre el frescor de los arboles en un día en el que el azul del cielo no se ve empañado por ninguna nube, paisaje que nosotros no podemos disfrutar adecuadamente por el tema de andar contra reloj para poder hacer toda la ruta y no tener que volver sin completarla, así que por esta zona caminamos deprisa. Unos minutos más adelante bajamos levemente para cruzar el río tras esto comenzamos a ascender con mayor pendiente dejando el curso del río más abajo atravesamos Las Carboneras y llegamos al Retén, donde giramos hacia el este saliendo del bosque e iniciando una zona Rocosa con amplias vistas al valle continuamos ganando altura de manera continuada, antes de cruzar el arroyo Valle de Fuenculebrera, ya divisamos la señal que indica la situación de la fuente de Fuenculebrera y el Roblón, son las 12:00 y en este punto teníamos que haber llegado a las 12:30, así que tenemos permiso para continuar haciendo la ruta completa, sin embargo el roblón no le podemos visitar por que todavía estamos pendientes de llegar antes de las 15:00 a la segunda señal para poder ver las lagunas. Tras cruzar el arroyo se inicia una recta con bastante pendiente que termina en un brusco giro a la derecha por entre unas hayas saliendo de nuevo del bosque y encontrándonos con un macizo rocoso llamado las peñas del Garabeño en el que están colocadas unas cuerdas que sirven de ayuda para rebasarlas más adelante el camino se vuelve complicado transitando entre la zona rocosa, hasta que llegamos a otro paso con cuerdas rebasándolo el camino vuelve a ser de tierra, muy estrecho y por la ladera de la sierra de Muniellos, a partir de este punto aunque seguimos ganando altura lo hacemos a través de una suave pendiente lo que nos permite disfrutar de las vistas del valle del río Muniellos, las abundantes especies arbóreas vamos cruzando innumerables cauces de agua, arroyos superficiales o por debajo de lechos de rocas, también observamos los líquenes como el Ranúnculo de Muniellos que es una especie endémica de este bosque que crece en las formaciones rocosas, así como el conocido como Barbas de Chivo que cuelga de las ramas de los árboles.
Tras pasar dos arroyos en poco terreno encontramos la segunda señal, que nos indica la desviación para alcanzar los lagos, son las 14:30, así que obedeciendo las instrucciones que nos habían dado llegamos a tiempo de llegar hasta los lagos, a los que nos dirigimos, el camino toma ahora bastante pendiente y con algo de dificultad, así que llegamos como media hora más tarde al pie del primer lago, la verdad es que ha valido la pena llegar hasta él, se nos presenta un hermoso paisaje otoñal con los arboles reflejados en las tranquilas aguas del lago. A continuación iniciamos el descenso la primera parte por el mismo camino por el que subimos al lago, hasta la indicación del desvío, en este punto continuamos el descenso por entre el bosque a la orilla del río. El tramo inicial, por el valle Piélagos, es de una fuerte pendiente, que no permite andar con ligereza aunque sea cuesta abajo, a medida que vamos descendiendo, el camino se va haciendo más cómodo de caminar, zizagueando de una orilla a otra del río, que salvamos a través de numerosos puentes, hasta que cruzamos un puente enfrente de unas edificaciones abandonadas, a partir de este punto, la pendiente prácticamente desaparece y aunque seguimos descendiendo, este descenso es muy suave por una ancha pista de tierra. Un poco más adelante, encontramos una presa que forma una cascada y que en muchas ocasiones se utiliza como imagen de la ruta.
A partir de este punto y ayudados por la facilidad del terreno, aceleramos el paso, porque se nos está acabando el tiempo para llegar a nuestro destino y no sabemos, exactamente, cuánto nos queda para llegar, pero no es mucho, enseguida llegamos a una pasarela de madera, que cubre la pista, para favorecer la accesibilidad a personas minusválidas, lo que nos acerca, ya definitivamente a nuestra meta que alcanzamos media hora antes de la hora a la que teníamos que llegar.