Orense

Verín
2/4/15
Este monumental conjunto fortificado, en el que se asentaron los linajes de los Ulloa, los Zúñiga, los Viedma, los Fonseca, los Acevedo y los Duques de Alba, fue enclave estratégico desde la Edad Media en la frontera con Portugal. Su historia es extensa pues el valle fue poblado en el siglo X. El castillo fue construido en el siglo XII por Alfonso Henríquez, nieto de Alfonso VI, y adquirió importancia en el XIV con Pedro I el Cruel. En 1506 llegó aquí Felipe el Hermoso para fundar con el cardenal Cisneros y demostrarle su función como Rey de España. La fortaleza se fue adaptando a diferentes estilos a lo largo de su historia. La Torre de las Damas fue edificada en el siglo XIV. Entre los siglos XV y XVII los sucesivos condes de Monterrey construyeron el palacio renacentista, la torre del Homenaje, el Hospital de Peregrinos y la iglesia gótica de Santa María. En la Edad Moderna se construyeron dos recintos abaluartados que encerraban los conventos de franciscanos y jesuítas, bajo la dirección de los ingenieros militares de Felipe IV, Juan de Villarroel y Carlos de Grunemberg. La función militar del conjunto fortificado se complementó con la importante vida cultural de la pequeña corte nobiliaria, en la que se imprimió el primer incunable gallego ye se impartía docencia en gramática, artes y teología .El monumental conjunto fortificado de Monterrey constituye la "Acrópolis" más grande de Galicia, y forma un conjunto de evidente interés. Posee tres recintos amurallados sobre una alargada loma, y entre otros elementos defensivos imprescindibles destacan la torre del homenaje y la Torre de las Damas. Uno de los accesos al recinto presenta un puente levadizo, elemento propio de estas fortalezas. Las almenas, los pequeños vanos y un pozo de 14 metros situado en el  patio interior completan las defensas del edificio. el patio de armas del castillo se accede por una puerta practicada en una muralla. Lo más destacado del castillo es, sin duda alguna, la Torre del Homenaje, que fue construida en el siglo XV, en tiempos de los Reyes Católicos, por Don Sancho Sánchez de Ulloa, primer Conde de Monterrey. Su planta es cuadrada, tiene pocos huecos al exterior, cuenta con pequeños vanos a lo largo de sus muros, y está coronada por una barbacana con ocho cubos redondos que la interrumpen en los ángulos y lienzos. Se entra por el primer piso, donde se sitúa un puente levadizo. Sus proporciones son considerables, con muros de gran grosor y elevada altura (22,5 m), lo que le confiere un carácter impresionante. La Torre de las Damas, del siglo XIV, y de proporciones más reducidas y contigua al palacio. En esta descansa una galería de columnas con piedras de armas en las enjutas. Dentro del recinto del castillo también se llega al Palacio dos Condes, de estilo renacentista, posee grandes galerías de arcos rebajados.
Capela de San Lázaro
Aparece documentada en el siglo XVI como de patronato real y tenía anejo a ella un hospital que fue primero de peregrinos y luego de lazarinos. Una Cofradía y una Orden de los Pobres aparecen ligadas a esta capilla, con casa-hospital anexa, para atención de los indigentes. La advocación del santo surge con fuerza en un tiempo en que las epidemias de lepra asolaban las poblaciones. El concejo, justicia y corregimiento de Verín era quién ponía el mayordomo en nombre del rey y en el último tercio del siglo XVI el conde de Monterrei pretendió trasladar a ella el hospital de peregrinos del castillo. Frente a esta capilla figura el crucero de la Piedad (s. XVII) y en su entorno se encuentran varias casas que muestran en su arquitectura y elementos, la tipología constructiva del Verín antiguo. En el cruce de caminos que es hoy, se celebra aún en la actualidad la feria anual más importante de la comarca y origen de las ferias y fiestas de San Lázaro, patrón de la villa.
Casa del Asistente
Conocida popularmente como Casa del Escudo, se desconoce la antigüedad de este edificio ya que en documentos antiguos aparece mencionada como Casa del Asistente que viene a ser lo mismo que en otras villas se denominaba corregidor. De 1734 es el ostentoso blasón que enseñorea la fachada y que por su fecha y armas (Castro, Santa Cruz y Puga) debió pertenecer al maestre de campo, general de artillería y caballero de la Orden de Santiago, don Pedro de Castro, natural de Verín. Durante años en manos privadas, fue declarada patrimonio histórico y, desde la década de 90 del siglo pasado, fue adquirida por las administraciones local y autonómica para ubicarse en ella un albergue para los peregrinos del Camino de Santiago, una sala de exposiciones y la oficina de información turística.
Casa dos Acevedo
No existe constancia documental de la fecha de su construcción, pero debió edificarse a finales del siglo XV o principios del XVI, ya que sirvió, según se dice, de alojamiento a Felipe el Hermoso cuando, con un lucido cortejo, llegó a España para entrevistarse con el cardenal Cisneros que actuaba de mediador ante su suegro el Rey Fernando, con el que consiguió concertar una entrevista en la provincia de Zamora hecho que tendría lugar el día 13 de junio de 1505.Hecho por el cual tuvo privilegio de cadenas su notoriedad e importancia debió de ser grande, ya que ese privilegio de colgar cadenas en las puertas de entrada a la casa solamente se concedía en casos excepcionales y como reconocimiento a la hospitalidad de la persona o familia propietarias del inmueble, e implicaba el derecho de asilo dentro de ella y la inmunidad, incluso a cualquier criminal o fugitivo de la justicia que en ella penetrase, mientras allí permaneciese. La casa, que ha sido objeto de diversas reformas que la han desnaturalizado, es en la actualidad la única de las edificaciones antiguas
existentes en Verín que cuenta con soportales, abiertos hacia la plaza mediante tres grandes arcos de medio punto. Tiene en la primera planta dos balcones volados sobre ménsulas y elegante cornisa que recorre sus fachadas, hacia la plaza Mayor y la calle de la Cruz. En su fachada hacia la plaza Mayor, recuadrada por la cornisa, tiene una piedra armera labrada sobre dos sillares. El escudo, español apuntado, es partido. La primera partición, cuartelada en cruz, lleva: 1º y 4º, un lobo andante y 2º y 3, un acebo, y bordura cargada con ocho sotueres, que son las armas de los Acebedo2. La segunda, lleva una espada fijada acostada de seis bezantes, colocados en dos palos de a tres a cada lado, que son las armas de los Feijoo o Feyxóo de esta zona de Galicia. Está timbrado de casco volado con penachos, terciado a la diestra, acompañado de dos rosas, una a cada lado y con lambrequines.
Puente sobre el río Támega
El paso del barrio de San Lázaro al casco urbano de Verín se hace a través de un puente construido en 1853, en la carretera que une Villacastín, provincia de Segovia, a Vigo. La leyenda nos habla de la existencia de un puente romano de la época de Trajano pero hasta hoy no es más que eso, pues no se hallaron en la zona vestigios algunos del puente. Por noticias documentales sabemos de la existencia de un puente que ordena arreglar en su época la condesa de Monterrei, Inés de Velasco y Tovar y que, hacia el año 1740 existía una moderna alomada de siete arcos (en otra parte se dicen seis) de 252 pies de largo y 13 de ancho que fue construida en tiempos de Felipe II. En 1795 es el duque de Alba (también conde de Monterrei) quien procede a reformar el puente. Al finalizar las obras, las crónicas ya nos hablan de un magnífico puente, con moderno sistema constructivo. Desde la incorporación de Verín al señorío de los condes, el paso del puente estaba regulado por un impuesto de pontazgo que se subastaba al mejor postor para su cobro.
Cigarrón
Se llama cigarrón a la máscara característica del entroido de Verín, provincia de Orense, Galicia, España. La máscara va con el rostro cubierto con la careta de madera pintada de colores llamantivos, que se prolonga en una especie de mitra de metal con un motivo de animales o astros león, lobo, vaca, buey. Detrás lleva una pelica, que actualmente se hace de piel sintética o de gacela, en otro tiempo de gato, zorro o lobo, por este motivo se llaman peliqueiro en Laza. El traje está compuesto por una camisola blanca, corbata y una chaqueta corta de la que cuelgan flecos dorados que van atados con lazos de tres colores. Sobre los hombros una pañoleta. Una gran faja roja enrollada a la cintura sujeta al pantalón, quizás la parte más trabajada del traje. Encima de la faja va el cinturón del que cuelgan las chocas (cencerros). Las piernas del cigarrón van cubiertas con medias blancas y ligas. Zapatos negros y un "zamarra" (látigo) en la mano completan el atuendo de este personaje típico del entroido de Verín.
Iglesia Parroquial
Entre 1542 y 1546, durante el abadiazgo de Celanova, se construyo esta iglesia poniéndola bajo la advocación de Santa María La Mayor. Durante muchos años dependió como anexo del Priorato benedictino de Pazos. Cuenta con una capilla adosada, llamada de los Dolores, en donde se albergaba la Virgen del mismo nombre y un Cristo Yaciente, de brazos articulados. En esta capilla también se ubicó el conocido Cristo de las Batallas, hoy presidiendo el presbiterio de la iglesia y cuya talla se le atribuye al escultor Gregorio Hernández o a un miembro de su escuela. A finales del siglo XIX, José García Barbón compró esta capilla y se la donó a la iglesia. Este insigne prócer local ayudó también en la reconstrucción de la techumbre, dotándola, además, de un órgano y de una torre para colocar el reloj.
Iglesia y Convento de la Merced
Aunque el asentamiento del Priorato Mercedario en Verín es del año 1597, el edificio actual no se empieza hasta comienzos del siglo XVIII. Primero se levantó el claustro y después la iglesia y la torre (1738) de corte barroco con cortes neoclásicos en la portada del convento. En la iglesia pueden verse diversas esculturas en madera entre las que destaca la de la Virgen de la Merced; el retablo mayor (XVII) atribuido a Fr. Pedro Pascual García; relieves de Francisco de Moure (XVII) y el de la Fundación de la Orden (XVII). Los efectos desamortizadores de la ley Mendizábal obligaron a los Mercedarios a abandonar el edificio que cayó en parte en manos privadas, ubicándose en el, algunos establecimientos y la Casa Consistorial de la villa y cárcel del partido. A principios del siglo XX, los mercedarios comienzan a retornar al convento que recuperarían definitivamente cincuenta años después al trasladarse el consistorio al nuevo edificio en el Campo del Toural donde con reformas y ampliaciones aún se ubica hoy.
Iglesia Santo Domingo
La iglesia de Santo Domingo nace de la donación de un indiano, Domingo Rodríguez de Araújo, natural de Vilanova dos Infantes, en Celanova, y fallecido en Potosí. Retornado de América tras hacer allí fortuna fundó este convento entre 1643 y 1666, que encomendó a los monjes dominicos. Tras la desamortización, los dominicos se ven obligados a abandonar el convento que tiempo después cambiará el nombre por el de Santa Eufemia del Norte, aunque popularmente ha seguido conociéndose como Santo Domingo. La zona conventual tuvo diversos usos, como el de palacio Provincial o Audiencia, hasta su demolición para levantar la actual delegación de Hacienda. La fachada es de más discreta decoración que la de Santa Eufemia del Centro. El interior tiene una sola nave, con planta de cruz latina y bóveda de crucería, con pechinas en la bóveda sobre el crucero. El altar mayor, obra del siglo XVIII, es de Castro Canseco al igual que los retablos del Rosario y de San Jacinto. El escultor tan prolífico en Ourense, aunque leonés de origen, está enterrado en esta iglesia frente a la capilla de San Jacinto. La calle Santo Domingo, antes llamada de la Corredoira, conecta la plaza O Ferro con el parque de San Lázaro. Es una calle peatonal, con comercio, cafés y edificios que atestiguan su pasado señorial. En la confluencia con el parque de San Lázaro, hay una gran escultura de O Carrabouxo, un personaje del dibujante Xosé Luis González, con el que están familiarizados muchos ourensanos por leer sus viñetas en uno de los periódicos locales. El parque de San Lázaro fue lugar de celebración en el pasado de la feria de ganado y contó con una capilla dedicada a San Lázaro, perteneciente al hospital de leprosos. La escultura que representa un ángel recuerda a los caídos en la guerra Civil española y es obra de Francisco Asorey. Hoy en día, este parque es lugar de encuentro de ourensanos y punto de comunicación de la ciudad histórica con los barrios de más reciente desarrollo.
Iglesia de Santa Eufemia
Lo más significativo de la iglesia es su fachada, de apariencia barroca y gran coherencia estilística a pesar de emplearse unos 100 años en su realización. Se debe a fray Plácido Iglesias; su forma cóncava podría ser un recurso para lograr un efecto monumental a pesar de lo reducido del espacio, ya que la plaza de Santa Eufemia es moderna y en el pasado estaba llena de casas que prácticamente ocultaban la fachada. La iglesia está en parte inacabada, ya que tiene una torre de reciente construcción en 1989 y le falta la otra que estaba proyectada. Una vez más es un indiano el que sufraga la construcción de un colegio para los jesuitas. Desde la donación hasta el comienzo de las obras casi pasó un siglo, por lo que los padres tuvieron que residir mientras en el vecino palacio de Oca y buscarse nuevos patronos que sufragasen las obras. El edificio anexo a la derecha, fue construido como colegio para cursar estudios de Gramática, luego ha sido instituto, museo, seminario y, actualmente, residencia sacerdotal. Hay que tener en cuenta que tanto la iglesia jesuíta como tal tuvo muy breve uso debido a la expulsión de los mismos de España por la Pragmática sanción de 1767 y con el pretexto de haber instigado el motín de Esquilache. La iglesia quedó entonces sin uso y fue el cardenal Quevedo el que promovió el traslado de la iglesia de Santa Eufemia del Norte, conocida como Santo Domingo, a este lugar, recibiendo el nombre de santa Eufemia del Centro. En el interior presenta la típica estructura de la iglesia del Gesú de Roma, modelo de innumerables iglesias jesuitas del mundo. Un gran altar barroco preside la iglesia con el Cristo de la Esperanza en el centro, del siglo XVIII y atribuido a José Ferreiro. Santa Eufemia, presente tanto en la fachada como en el interior en una escultura de Xosé Cid de 1985, goza de gran devoción entre los ourensanos. Según la tradición, la Santa evangelizó en la zona de O Xurés y por ello sufrió martirio en tiempos del emperador Adriano. Fue enterrada en el lugar que hoy recibe el nombre de Sierra de Santa Eufemia. Siglos después, en el año 1060, una pastora descubre la tumba de la que sale una mano, toma su anillo y al ponérselo pierde el habla, que recupera al devolver la joya a la Santa. Se oye entonces una voz que dice que ahí está enterrada Santa Eufemia. Comenzaron entonces las disputas entre diócesis ya que el lugar quedaba en un lugar intermedio entre Braga y Ourense. Se decidió poner el cuerpo en un carro tirado por un buey y enterrar a la Santa en el lugar donde se dirigiera. Fue Ourense, y así se explica el protagonismo que recibe la Santa tanto en esta iglesia como en la catedral. En ésta, aún se conserva esta historia en un altar colateral de la capilla mayor.
Pazo de Oca Valladares-Liceo
El Palacio de Oca Valladares es uno de los pazos gótico-renacentistas más importantes de Galicia. Fue mandado construir por Álvaro de Oca y Deza, en 1522, y la fachada se remató en 1583. Tiene dos plantas y en su austera fachada blande cinco escudos que se repiten en el interior. La piedra y los canteros que la trabajaron, tanto en este pazo como en otros tantos monumentos y edificios ourensanos, procede de las proximidades de Ourense, de la zona de Reza, donde se encuentra la zona termal junto al río Miño. El edificio fue abandonado en el siglo XIX y llegó a ser mesón de arriería, es decir, lugar de encuentro de arrieros donde se hospedaban, cuidaban sus mulas y mercancías. Se recupera para la ciudad cuando se trasladó el Liceo Recreo de Artesanos de Ourense en 1870, colectivo que existía desde 1850 con sede en la rúa da Obra, pero en el nuevo emplazamiento alcanzó mayor esplendor. Era lugar de encuentro de ilustrados; entre sus socios mencionar al poeta y periodista Lamas Carvajal y el también poeta Curros Enríquez, y entre sus visitantes destacar a Isaac Albéniz, que tocó en el salón de fiestas. El interior es
elegante, articulado con un patio lleno de elementos historicistas, que nos traslada a las tertulias de otros tiempos. La fuente, en el centro, es de mármol de carrara y obra del escultor Piñeiro. Una escalera a la izquierda asciende a la galería superior desde donde se observa el patio en su totalidad. Los frescos con escenas costumbristas gallegas son obra del pintor Ramón Buch Buet. La calle de Lamas Carvajal, antes llamada rúa Nova, fue el alcaná o barrio judío tras su forzada conversión. Antes de ese tiempo estaban dispersos en la zona antigua siendo buena la relación con los cristianos. Sobre la situación de la sinagoga se ha llegado a pensar que estuviera en el lugar donde hoy está la iglesia de Santa Eufemia, sin que haya consenso al respecto de su ubicación.
Pazo Episcopal
Actualmente acoge al Museo Arqueológico Provincial de Ourense. Fue pretorio romano (se conservan sillares almohadillados) y posteriomente palacio de los reyes suevos. Se comenzaron las obras en el año 1131, conservando la planta en L del palacio románico, al igual que el patio interior de seis arcos semicirculares sobre pilares con columnas pareadas, y ventanas geminadas sen el piso superior. Convertido con el tiempo en un gran caserón de épocas diferentes: Torre de Santa María(gótico, s.XIV),nuevas habitaciones y jardines(s. XVI), fachada barroca.

Praza Maior y Casa Consistorial
La ciudad de Ourense nace en época romana en la zona de As Burgas, pero su desarrollo se produce en época medieval con la plaza Mayor como referencia por estar aquí los edificios más significativos: el ayuntamiento y el pazo del Obispo, que representan los dos poderes tradicionales de la ciudad. Hoy en día esta plaza sigue siendo el corazón de Ourense. El ayuntamiento, construido en 1888, no fue el primero que hubo. Hay referencias de otro existente ya en el siglo XVI, en este mismo lugar, y, antes incluso de ese tiempo se reunían los ourensanos en otros lugares como atrios de iglesias, o en la zona ocupada actualmente por la Alameda del Concejo, nombre que recibe precisamente por que este lugar fue el sitio de reunión del gobierno de la ciudad. La relación entre gobierno civil y eclesiástico ha sido tensa en Ourense. El conflicto comenzó cuando el consistorio se erigió en terrenos de la iglesia, concretamente en el corral o huerta del obispo. Hay que tener en cuenta que Ourense era ciudad episcopal, en la que el obispo fue durante siglos el señor de la ciudad. El actual museo Arqueológico, situado a la izquierda del ayuntamiento, era la residencia del obispo hasta mediados del siglo XX, cuando se trasladó la sede episcopal al antiguo seminario en la plaza del Bispo Cesáreo. El escudo de la fachada es el del obispo Muñoz de la Cueva, y su gran tamaño junto con, los intencionados o no, errores al añadir más borlas al capelo, evidencian el deseo de protagonismo del titular del mismo. Fue en tiempos de este obispo, en el año 1727, cuando se finalizó la fachada. Teniendo en cuenta que el obispo era también señor de la villa, contaba con fuerte protección militar y el palacio llegó a tener hasta 7 torres. La parte superior fue reedificada en los años 60 del siglo XX por el arquitecto Juan Sorolla: se incrementó su altura, se alteró la posición del escudo y ventana, y se añadieron las bolas en el alero, las mismas que se pueden contemplar en la catedral. En el interior del museo existe un claustro con restos románicos con añadidos de estilos posteriores; así las recientes excavaciones hallaron restos de tiempos de los romanos, suevos y de la Edad Media. Desde la ventana superior, entonces cubierta con una celosía, el obispo vigilaba el pulso de la ciudad, ya que todo se celebraba en esta Plaza Mayor. Un ejemplo de la difícil relación entre el ayuntamiento y la iglesia ha perdurado en forma de tradición; en la última procesión de Semana Santa, el Domingo de Pascua de Resurrección, se produce la ceremonia del “Desplante”, en la que el obispo continúa encabezando la comitiva hacia Santa María Nai y los miembros del consistorio se quedan a los pies de la escalera sin subirla. La plaza Mayor ha sido escenario de fiestas, procesiones, corridas de toros, importantes ferias anuales como la de San Martín, y además el comercio se situaba bajo los soportales o en las proximidades de la plaza. Siendo el lugar más importante de la ciudad, llama la atención la inclinación de su suelo, lo que constituye un hecho excepcional entre las plazas mayores españolas. Si nos acercamos a la entrada del ayuntamiento, encontramos una placa del
Instituto Geográfico Nacional, que indica una altitud de 135 metros sobre el nivel del mar. Las montañas que rodean la ciudad se sitúan en la dirección de Santa María Nai con alturas de unos 400 metros. Estas montañas forman la llamada olla orensana, un hueco que hace que se acumulen temperaturas, que los vientos dominantes no permiten ventilar y en consecuencia, que haya una diferencia térmica entre la mínima y la máxima temperatura del día de unos 20 grados, tanto en invierno como en el verano, y que en periodo estival las temperaturas máximas puedan llegar a rondar los 40 grados centígrados. Nos asomamos a la calle Bispo Carrascosa, situada entre el Ayuntamiento y el palacio Episcopal, y encontramos a la derecha la antigua cárcel de la Corona con el escudo del obispo Muñoz Cueva, aunque en esta ocasión sin los mentados errores. A la izquierda hay un cruceiro y tras los cristales se observan diversos miliarios, que en época romana se empleaban como mojones para marcar puntos geográficos y, probablemente, fueron el antecedente de los cruceiros que se levantaron sobre el lugar donde había un miliario romano, pero con una intención simbólica y cristianizante. Un busto recuerda al propulsor del proyecto museístico arqueológico, Jesús Ferro Couselo, que fuera historiador y estudioso de diversos temas gallegos.
Plaza da Magdalena e Iglesia Santa María Nai
El nombre de la plaza procede de una capilla dedicada a la Magdalena, propiedad del conde de Amarante, que no se conserva y que se situaba en la esquina que comunica con la praza do Trigo. En el centro de la plaza hay un cruceiro, quizás el más hermoso de la ciudad. Procede éste de la Alameda do Cruceiro, junto al puente romano. En un lado está la Virgen y en el otro el Cristo crucificado con una calavera a los pies. El cruceiro fue realizado en 1718 en piedra de granito, un tiempo en el que se ejecutó con una intención decorativa y devocional. Esta plaza fue la particular “quintana dos mortos”, el cementerio, de Ourense. Aún se puede contemplar enterramientos en el lateral de la iglesia de Santa María Nai parcialmente ocultos con un jardincillo. La forma cuadrangular de la plaza hace pensar que fue también claustro de la iglesia y camposanto para los canónigos. Cuando dejó esta plaza de ser cementerio se convirtió en mercado de fruta y otros alimentos. En el lateral de la iglesia hay dos placas. Una se refiere a la más reciente fundación en
1724 y la otra, más arriba, a la reedificación de una iglesia anterior en el año 1084. La advocación de la iglesia anteriormente fue la de San Martín de Tours, ya que según una tradición el rey suevo Carriarico se convirtió al catolicismo y con él todo el reino tras la curación de su hijo por el santo, que así se convirtió en patrón de la villa en el siglo VI. Su fiesta se celebra el 11 de noviembre, aunque en esta fecha festeja la ciudad una tradición más antigua: los Magostos. Popular celebración en la que los vecinos se reúnen en los montes cercanos realizando hogueras, asando castañas y probando en vino joven. En la fachada, barroca del siglo XVIII, se observan unas columnas de mármol claro que proceden de la edificación de los siglos V ó VI, y en el
terreno de la hipótesis, podemos suponer que fuera precisamente esta iglesia la antigua catedral, suposición que se ve reforzada por la proximidad al obispado. En el interior, en un camarín, existe un retablo churrigueresco de madera natural con la imagen de Santa María Nai. Es esta Virgen la patrona de los sastres que la sacan en procesión el Sábado Santo y el Domingo de Resurrección. Cruceiro está realizado en 1718, tal y como se lee en la inscripción del basamento. Realizada en granito. Tiene en la cruz las figuras de Cristo y la Virgen Dolorosa. La Virgen apoyada en ángeles y Cristo en una calavera. Cuatro medallones rodean a la Virgen con escenas difíciles de descifrar.Capitel troncopiramidal y fuste con sección poligonal. Base troncopiramidal con relieves y una inscripción. Se apoya en tres escalones de planta cuadrada.
Praza do Ferro
Si bien la ciudad no estuvo amurallada, sus límites estaban bien definidos e incluso había puertas como la de la Corredoira, que estaba en esta plaza do Ferro antes de que existiera la iglesia de Santo Domingo. A medida que la ciudad fue creciendo las puertas se fueron desplazando. En esta plaza, los mercaderes vendían productos relacionados con el hierro. Destaca en la plaza la casa de los Boán, que encierra una interesante historia familiar: cómo un hombre modesto progresa gracias a su negocio de venta de paños, logra emparentar a un descendiente con la nobleza y éste hace carrera y riqueza. Llegará después la búsqueda de un linaje histórico, noble y glorioso, para lo que se sirvieron de artimañas legales, e incluso de un familiar que redactó un cronicón en el que, puesto a buscar ascendientes de renombre, llegó a emparentarles con San Facundo, San Primitivo, algunos de los reyes godos y un largo etcétera. El deseo de notoriedad de esta familia les hizo dar máximo protagonismo a sus escudos en la fachada así como encargar y sustentar la primera capilla de la Catedral o hacerse un pazo, el de San Damián, que es hoy pazo de turismo rural. La fuente que centra la plaza procede de San Estevo do Rivas do Sil; la mayor parte de las fuentes de la ciudad proceden de este monasterio y del monasterio de Oseira, y fueron traídas en tiempos de la desamortización. Alrededor de esta plaza hay muchos lugares donde tomar un vino y una tapa: orella, que es la oreja de cerdo cocida, queso del país, pulpo,
empanadas y muchas más exquisiteces tradicionales o innovadoras que hacen del tapeo una buena opción culinaria. Antiguamente, la calle Lepanto era a rúa da Obra, ya que aquí se asentaron los canteros y otros trabajadores que participaron en la construcción de la catedral. El edificio del Museo Municipal perteneció a los Méndez Montoto, a quien también perteneció la capilla de Os Remedios, que repite los escudos en su fachada. Es renacentista, del siglo XVI, y en 1987 fue remodelado para albergar el museo. Expone obras de diversos artistas gallegos. El museo posee tres plantas, dos de ellas dedicadas a exposiciones temporales y la última alberga la sala permanente “Prieto Nespereira”, formada por 54 obras de carácter inédito; en algunos casos representan bocetos de ilustraciones para las conocidas revistas “Blanco y Negro” y “La Billarda” editadas a principios del siglo pasado, también bocetos de su estudio con compañeros y personajes ilustres de la época o caricaturas como la de su amigo Vicente Risco.La Fuente de época barroca realizada en granito que, antes de la desamortización, decoraba el patio del monasterio de Ribas del Sil o del Imperial Monasterio de Santa María de Oseira como dicen otros autores. Representa a sirenas en su base, luego cariátides, Eros y coronándolo dos águilas.
Escultura de homenaje a Alexandre Boveda
Esta escultura de bronce fue tallada por Manuel Buciños, en el centenario del nacimiento de Alexandre Boveda, nacido en Orense en la casa frente a la que se situa la escultura, Fue uno de ls intelectuales más destacados de Galicia, promotor del Partido Galleguista, y redactor del estatuto de autonomía durante los años de la república, fue fusilado en 1936 por las tropas franquistas después del golpe de estado. La escultura es una alegoría simbolizando el tronco de un carballo, cortado por la mitad, por el que trepan dos niños fruto de la sangre de Boveda y que representan el nuevo nacionalismo gallego.



As Burgas
Al llegar a As Burgas desde la calle del mismo nombre, en la zona alta se localiza la terma de más reciente construcción, con un valor histórico que le da el estar sobre la terma romana, concretamente el caldarium. Ha pervivido incluso el espíritu romano del baño, en el que había una finalidad higiénica, terapéutica y social. El origen de la ciudad está en este entorno de As Burgas, en tiempos romanos, lo que no significa que anteriormente no fueran usadas las aguas desde tiempos prehistóricos. Sobre la etimología de Burgas hay varias teorías: podría tener un origen meramente onomatopéyico, al sonar la palabra como un burbujeo, otros defienden el origen en la palabra romana burca, que significaba pilón, o incluso a alguna palabra prelatina. Se pueden ver algunas aras encontradas junto a las termas. La más conocida es la primera a la izquierda, llamada de Calpurnia Abana, primer nombre conocido de un habitante de la villa y dedicada a las ninfas del agua, pero la más habitual era la de Reve, un deidad indígena relacionada con las aguas, que ha sido representado en otras zonas de Hispania. Las aguas son potables, aunque su alto contenido en sales minerales requiere de un asesoramiento médico sobre la conveniencia o no de su consumo. Son aguas hipertermales y mineromedicinales. Un adulto debe estar entre 10 y 15 minutos, salir y volver a entrar. Los estudios geológicos hablan de más de 100 manantiales en la ciudad de Ourense, aunque muchos nacen en el río y desaparecen inmediatamente. El agua se filtra por grietas a una profundidad de entre 2.000 y 3.000 metros. Dado que la temperatura de la tierra aumenta  con profundidad, el
agua alcanza muy altas temperaturas. Las gotas de agua se filtran en la zona de Monte Alegre, y tardan unos 20 años en su recorrido entre las diaclasas de este terreno, que aunque no es muy activo sísmicamente si está muy fracturado. El agua brota después de estar en contacto durante años con minerales que le dan sus propiedades mineromedicinales. Los terremotos son escasos pero cuando se producen afectan al flujo de agua, como ocurrió en 1755, la única vez que se recuerda que parase de brotar agua de esta fuente y fue como consecuencia del terremoto de Lisboa. La fuente de más abajo, de mayor monumentalidad, es del siglo XIX, pero la que se encuentra en la parte alta de la plaza es más antigua. La tradición y los usos que se hacen de las aguas son diversas y no siempre respaldada por la ciencia: hacer gárgaras, tocar las aguas, llevarla en envases a casa… Hay que tener en cuenta la alta temperatura del agua, que en el pasado llevó a un cura a decir que uno no aguanta medio Ave María con la mano bajo el chorro. La temperatura del agua está entre los 60 y 67º, con un caudal de unos 5 litros por segundo. En el estanque cercano, han
 cubierto con una reja, se escaldaban los pollos en otro tiempo, y de ello  quedado referencias en “A Esmorga” de Blanco Amor, o en “Del Miño al Bidasoa”, de Camilo José Cela. Ese uso práctico no fue el único; al otro lado del puente había un lavadero donde las mujeres podían lavar la ropa con agua caliente, lo que era un lujo para aquel tiempo. También en un cercano matadero se usaba el agua caliente para limpiar los animales y las instalaciones. Antiguamente, alrededor de este lugar, no abundaban los árboles sino los viñedos, por lo que el tomar el agua caliente para cocinar suponía un ahorro considerable en leña. En la terma superior, una escultura de Acisclo Manzano representa a las ninfas, esas divinidades que vivían en el agua, e incide en ese espíritu romano que hace que uno salga purificado del baño. La escultura “La casa de la nube”, de Borrajo, tiene más sentido cuando se contempla en invierno, ya que los vapores del agua la cubren. Ambas esculturas son del año 1989.
Fervenzas de Tourón
3/4/15
Para cási llegar en coche: En la salida 232 Melón Quines de la autovía A-52, en dirección Melón. Desde todos los cruces hacia la derecha se llega a Tourón pero será menos lioso llegar a Melón, ya terminando el pueblo enfrente del Mosteiro de Santa María de Melón, tomamos el vial a la derecha y siguiendolo a los 2,7 kilómetro aparcamos y andamos el camino de tierra que nos sale a la derecha. En 1 kilómetro estaremos en las cascadas. Están

humanizadas con escaleras de madera y barandillas. Sendero: En la misma salida de la autovía aparcamos. Buscamos el río y lo subimos por su ribera derecha. Cruzamos el río cuando llevamos andado 1,13 kilómetros  y continuamos por un vial hasta la finalización de la aldea de "As Mestas" Bajamos por el sendero al río y seguimos por su ribera hasta las cascadas. El río baja todo en pequeñas cascadas. Una vez llegamos al río, en una zona conocida como O Ceo, nos encontraremos con una pequeña poza en la cual se vierte el agua en forma de una pequeña cascada. hacia arriba ya podremos observar la gran fervenza que se encuentra río arriba. Hacia abajo veremos el encajamiento que sufre el río y la superficie rocosa por la que discurre en una caída con un gran desnivel.


Castro de San Cibran
El Castro de San Cibrao de Las también es conocido como A Cidade es uno de los más grandes en extensión de Galicia, 384 metros (norte-sur) por 314 (este-oeste). Está en el municipio de San Amaro en la provincia de Orense. Se encuentra en una pequeña elevación de 473m de altitud. Con un periodo de ocupación continuada desde el siglo II a. C. hasta el siglo II, y con posibles ocupaciones esporádicas posteriores. Tiene un alto estado de romanización. Cuenta con doble muralla con un profundo foso en medio y en algunos puntos es incluso
triple. Tiene una interesante fuente aljibe. La ciudad se sitúa en un punto de difícil defensa natural. Es del final de la etapa castreña, y se aprecia la romanización. A diferencia de otros castros donde todas las edificaciones son circulares y pequeñas, en este se encuentran muchas de planta rectangular y más amplias, además la muralla que rodea a todo el recinto es más ancha de lo habitual, y transitable. Y las puertas de la muralla están flanqueadas por
el las primeras en 1922-1925 que dieron como resultado el descubrimiento de varias edificaciones, parte de la muralla triple y la fuente aljibe. Debemos mencionar que en las puertas de entrada a la acrópolis se realizaba por medio de escaleras, lo que impediría la posibilidad del acceso de los carros. Se han hallado en el castro numerosos objetos entre ellos puñales y objetos de adorno como, prendedores de pelo, colgantes, alfileres, monedas, etc. Se pueden ver expuestos en el Museo Arqueológico Provincial de Orense.
Monasterio de Oseira
El Monasterio cisterciense de Santa María de Oseira se cuenta entre los grandes monumentos de Galicia. Algunos, por su magnificencia lo denominan "el Escorial Gallego". Este monaterio, originario del siglo XII, está situado en la provincia de Ourense, en el concello de Cea. La historia de este cenobio es verdaderamente interesante. Y es que fue la primera fundación del Císter en Galicia. Ya antes había un monasterio fundado por unos poco eremitas. En 1141 decidieron seguir la Regla Cisterciense y llegaron nuevos monjes desde el propio Claraval. Así, el Monasterio de Oseira se convierte en emblema del Císter en tierras gallegas, semilla, que como sabemos, se propagaría en numerosos lugares de Galicia. La iglesia no se iniciaría mucho más tarde siendo consagrada en el año 1239. Fueron estos siglos, el XII y XIII, los de mayor esplendor de Oseira, que empezó a decaer en el XIV. En el siglo XVI, el Monasterio de Oseira entra en la Congregación Cisterciense de Castilla, comenzando un nuevo período de florecimiento que trajo la renovación artística, impulsora de las obras llevadas a cabo durante los siglos XVI, XVII y XVIII. Con la exclaustración provocada por la Desamortización de Mendizábal en el siglo XIX, el conjunto monástico es abandonado y con ello comienza una progresiva ruina de su arquitectura y el expolio de sus obras de arte muebles. En el siglo XX vuelven monjes a Oseira y se emprende una titánica y exitosa labor de restauración y recuperación de este complejo monacal, recuperando el brillo de lo que fuera y es uno de los más fastuosos ejemplos arquitectura religiosa española. Tiene este monasterio, entre otras muchas dependencias, una extraordinaria iglesia románica de transición, tres claustros de distinta época
y estilo y una sala capitular de gran vistosidad. La iglesia románica tiene planta de cruz latina con tres naves y crucero. Las naves están separadas por pilares con columnas embebidas. La bóveda de la nave central es de cañón apuntado con fajones. Los ventanales de medio punto se abren en el arranque de la bóveda. La cabecera imitaba a la de Santiago con girola y capillas aunque hoy están muy alteradas las originales. Sobresale la belleza del presbiterio con una colección de columnas sosteniendo el muro de cierre, como en Moreruela. En el siglo XIII se construyó un cimborrio con cúpula sobre pechinas en el crucero. Como era preceptivo en las iglesias cistercienses, la decoración escultórica es prácticamente nula. Esta escasez ornamental parece engrandecer su monumentalidad arquitectónica. En el siglo XVI se transformó la fachada principal y se replanteó en estilo renacentista, con sillería almohadillada y frontispicio, amén de otros ornatos y esculturas clasicistas. Al lado meridional de esta fachada de la iglesia y perpendicular a ella, encontramos otra grandiosa fachada, en este caso barroca de influencia compostelana, la del conjunto residencial del monasterio. Tiene el Monasterio de Oseira, como decíamos, nada menos que tres claustros. El de la Portería, El Procesional y de los pináculos. El claustro procesional destaca por las efigies situadas en las arquerías y que representan rostros de personajes históricos. La antigua sala capitular es obra del siglo XV y es el elemento más pintoresco del monasterio. Construida sobre planteamientos tardogóticos, es un espacio abovedado por complicadas bóvedas estrelladas, cuyos nervios arrancan de imaginativas columnas estriadas. Estos soportes palmeriformes que se abren en infinidad de nervios, como si fueran ramas de palmera, nos trae al recuerdo los soportes de la lejana lonja de Valencia, también de fecha semejante.
Puente Romano
El Puente Romano antaño quedaba a las afueras y era lugar de paso de viajeros, mercaderes y peregrinos, además, era lugar frecuentado por maleantes. La próxima capilla de los Remedios, levantada en el siglo XVI por los Méndez Montoto, tenía como fin la cristianización de la zona, feudo de delincuentes. En el campo de los Remedios, conocido también como campo de la Verdad, se produjeron duelos con arma blanca, romerías y ferias. El puente es romano en sus orígenes, pero su construcción ha tenido muchas modificaciones y arreglos debido a los posibles problemas constructivos iniciales. Se piensa que el diseño original se hizo con demasiada luz, es decir, el arco central era demasiado grande, lo que provocó problemas de estabilidad que se alargaron durante toda la Edad Media. Los romanos eligieron este lugar para realizar tan importante obra de ingeniería, y esa decisión ha afectado en la vida de miles de personas a lo largo de la historia, ya que ha sido éste, durante cientos de años, el único paso del río Miño en varios kilómetros arriba y abajo. El Puente Romano, que es uno de los principales símbolos de la ciudad, ha recibido diversos nombres como Ponte Vella, Ponte Maior o simplemente A Ponte. Su importancia es tal que aparece en el propio escudo de la ciudad. Se cree que se comenzó a construir en el siglo I en los tiempos de Trajano, aunque según otros sería en tiempos del emperador Augusto.
De su fábrica original se conservan apenas algunas piedras en la base. Luego, en el siglo XII, fue reconstruido, de ahí esos arcos apuntados y las rampas, pero los problemas constructivos fueron definitivamente solventados en el siglo XVII. El puente tuvo una torre que fue demolida en el siglo XIX, pero ha permanecido viva gracias a que se encuentra en el escudo de la ciudad. Otros datos sobre el puente nos dicen que la clave está a 38 metros sobre el nivel del río, que hasta la construcción del Puente Nuevo fue el único paso en kilómetros aguas arriba y abajo, aunque anejo a él había un paso para barcas conocido como “Porto Auriense”.
El puente del Milenio
El puente del Milenio hace de contrapunto al puente Romano. Se ha tenido en consideración a los viandantes para que sea su propia pasarela con buenas vistas del río Miño y de la ciudad de Ourense. En 1998, se cerró, definitivamente y por razones de conservación, el tráfico rodado sobre el puente Romano. Poco después se coloca la primer piedra de este puente del Milenio que será oficialmente inaugurado el 1 de septiembre del 2001, siendo arquitecto de tan vanguardista obra Álvaro Varela e ingeniero Juan Calvo. Tiene una longitud de 275 metros y la altura del vano central alcanza los 36 metros. El sistema de tirantes, su propio diseño e incluso la iluminación nocturna, le ha dado un papel innovador en la ciudad. Otro puente que tuvo y tiene
actualmente gran importancia es el Puente Nuevo, situado 450 metros aguas arriba del Puente Romano. Fue inaugurado en 1918 beneficiando enormemente la comunicación entre ambos márgenes del río, y con la estación de ferrocarril. Se debe al trabajo del ingeniero Martín Díaz de la Banda. El arco central tiene 25 metros de luz, y los seis restantes, tres a cada lado, tienen 12 metros de luz. El viaducto, de 1957, está relacionado con la línea ferroviaria de Ourense a Zamora. Tiene 359 metros de longitud y una altura sobre el río de 46,5 metros.
Capela da Nosa Señora dos Remedio
Fundada como patronato laico por don Francisco Méndez en 1522 en la orilla izquierda del río, servía para proteger a los viajeros de los ladrones que acechaban aquel lugar.También sirvió de cita para saldar cuentas recibiendo el nombre de Campo del Desafío A lo largo del muro destacan los huecos góticos y en 1584 se le añadiría una portada de medio punto. Declarada Monumento Nacional en 1961.



Catedral de San Martín
La historia de la Catedral está unida íntimamente con la de la diócesis de Ourense, cuyos orígenes se pierden en el tiempo, aunque ya se tiene conocimiento del nombre de obispos a partir del siglo VI. De tiempo de los suevos es la primera catedral, que se cree que estuvo situada donde hoy se levanta la iglesia de Santa María Nai, muy cerca de este lugar. El periodo de dominación musulmana en Ourense, que se inició en el año 714, se extendió hasta el año 900, año en el que Alfonso II reconquista la ciudad, aunque la repoblación tardaría en afianzarse hasta casi 100 años después, ya que los normandos o el propio Almanzor arrasaron la ciudad. Dados los continuos ataques que devastaron la catedral, y la ciudad, los testimonios documentales sobre la construcción de la catedral actual son muy escasos, aunque esta constatado que la fecha de consagración del altar mayor es en el año 1188. Estilísticamente se considera románica de transición y su planta responde a la de una iglesia de peregrinación, como la de Santiago de Compostela y muestra parecidos, casuales o no, con la catedral de Ávila y la iglesia de San Vicente, de la misma ciudad de Ávila. La fachada principal está rodeada de edificios próximos y algo escondida. Sus
puertas siempre permanecen cerradas, siendo el acceso más habitual por la puerta norte o acaso por la sur. La puerta principal tiene tres arcadas, la central dividida por un parteluz y coronada por un gran rosetón. La imagen del rey David, tañendo un arpa, es nombrada en la novela de Blanco Amor, “La catedral y el niño”, en la que esta imagen se convierte en fuente de incógnitas durantela niñez del protagonista. Románico de transición (s.XII y s.XIII) con notables influencias compostelanas, siendo la fecha de consagración 1188. En el interior planta de cruz latina, tres naves, brazo mayor de 9 tramos, crucero de una sola nave con 4 tramos, primitiva cabecera de tres ábsides semicirculares precedida de tramo recto. Tiene también sendas torres en los tramos entrantes de la cruz, con escalera de caracol y otras dos flanqueando la fachada principal de la que una está incompleta. La advocación a San Martín arranca de una leyenda que sitúa en el reinado de Carriarico la conversión de los suevos -de profesión arriana- al catolicismo por la ínter secesión milagrosa del santo turonense. Se diferencian tres etapas constructivas: la primera hacia 1160 en el que se realizan la capilla central y el comienzo de los laterales. La segunda, durante el episcopado de D. Alfonso (1174-1213) y que incluye el cierre de la cabecera, el crucero y el comienzo de las naves longitudinales, periodo en el que se celebró la consagración de la catedral. La tercera etapa se realiza durante el episcopado de Don Lorenzo (1214-1248), a quien correspondería la conclusión de las
naves y el comienzo del Pórtico del Paraíso. El crucero, muy desarrollado, ofrece en su tramo central un monumental y espectacular cimborrio, comenzado a construir en 1499 y acabado en 1505, con dirección y traza de Rodrigo de Badajoz, inspirado en el primitivo de la catedral de Burgos. Como cierre de la nave longitudinal se planteó el Pórtico del Paraíso. No podemos olvidar el retablo mayor (obra de Cornelis de Holanda, entre 1515 y 1520, de estructura gótica, con cinco calles y cuatro cuerpos), la rejería, el Cristo de los Desamparados o la capilla del Santísimo Cristo de Ourense y la sacristía en el brazo sur (1556-1565). Las fachadas se dividen en dos cuerpos en altura, con la portada en la parte baja y un rosetón en la parte superior. La del Norte carece de rosetón, sustituido por tímpano semicircular con escenas del Calvario flanqueadas por los escudos de los Fonsecas y el Real. Portico del paraíso El pórtico del Paraíso, que se sitúa en el interior y a los pies de la catedral de Ourense, fue realizado en el siglo XIII por los discípulos del maestro Mateo, tomando por inspiración su obra del pórtico de la Gloria de la catedral compostelana. Es una interpretación magistral de una misma partitura. Lejos de ser una mera imitación, la de Ourense tiene particularidades (como la policromía) que le dan un gran valor artístico
además de personalidad propia. Posee tres arcadas que se sustentan en columnas, con alisados y esbeltos fustes de piedra. El parteluz en el centro divide en dos el conjunto y son sus columnas de una sola pieza lo que le confiere mayor robustez. La escultura del apóstol Santiago le representa sosteniendo una espada de hierro, en referencia a la creencia de su aparición milagrosa en la Batalla de Clavijo. Según la leyenda intervino para ayudar a los cristianos en su lucha contra los musulmanes. La imagen es del siglo XIII, es decir, del mismo tiempo de la portada, aunque fue aquí colocada en el siglo XIX. Es una representación naturalista del santo, con rizados cabellos y barba, y con numerosos pliegues en sus ropas que adivinan el cuerpo del apóstol. También se añadió en el siglo XIX, en la parte superior del parteluz, la imagen de la Virgen del Consuelo con el niño que, por sus juegos, apenas puede sujetar. Un poco más arriba en el capitel, Cristo es tentado por el diablo y si seguimos alzando la vista, sobre un medallón con la efigie del Dios Padre, hay un tabernáculo con la escena de San Martín cortando su capa. La catedral se encuentra bajo el patronazgo de San Martín de Tours, al igual que la propia ciudad de Ourense. Soldado de la guardia romana al que se le atribuye en el siglo IV un hecho milagroso: al salir de la ciudad de Amiens se encontró con un mendigo que tiritaba de frío. Cortó su capa en dos y le dio media, ya que la otra mitad pertenecía al ejército romano al que servía. Al día siguiente se le apareció Jesús vistiendo con la media capa que diera al mendigo y le agradeció el acto de caridad. En las arquivoltas del arco central, se encuentran representados los 24 ancianos, a los que en libro del Apocalipsis se refiere del siguiente modo: “Alrededor del trono había 24 tronos, y en los tronos vi sentados a sus 24 ancianos vestidos con ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas”. Son estos ancianos los representantes de los redimidos en el juicio final: sus ropas blancas simbolizan la pureza
y sus coronas son símbolo de victoria y no de autoridad. Las esculturas-columnas, de dimensiones humanas, representan apóstoles y profetas que pueden identificarse por las inscripciones de las cartelas que portan. Los capiteles están decorados con variados motivos como carnosas hojas, las tentaciones de Cristo en el desierto, centauros luchando con sirenas, dragones o maléficas arpías, de horrendo rostro y cuerpo de ave, presagio de plagas, enfermedades y otros infortunios. La policromía procede en gran parte del siglo XVIII, aplicándose entonces sobre la original románica que aún es visible en algunas figuras de las pilastras. La pintura permitió realzar los volúmenes de las figuras y resaltar aspectos de ellas. A ambos lados hay dos pequeñas capillas barrocas, una contiene el retablo de la Virgen de Belén, obra de Castro Canseco, un prolífico escultor que trabajó entre los siglos XVII y XVIII en Galicia, y al que se debe también en esta catedral la decoración de la capilla del Santo Cristo. La otra capilla representa a San Francisco Blanco, originario de Ourense, y crucificado junto a otros compañeros franciscanos en la ciudad de Nagasaki en Japón, en el año 1597. Interior Catedral de Ourense La catedral de Ourense fue construida entre la segunda mitad del siglo XII y primera del siglo XIII, por lo que su estructura y algunos de sus elementos son románicos. Después llegó el gótico, que se aprecia en el ligero apuntamiento de los arcos de la nave central y en las bóvedas de crucería que cubren las tres naves. En los siglos posteriores se fueron decorando capillas y realizándose mejoras y reparaciones, en parte debidas a los asedios que recibió la catedral, por lo que podemos encontrar tanto elementos renacentistas, como las rejas de la capilla mayor, elementos barrocos, presentes en muchas de las capillas e incluso estilos posteriores. Originalmente la cabecera tenía un ábside con tres capillas que
se transformó en una girola. Tiene la catedral planta de cruz latina con tres naves, las laterales de menor altura. Sobre el cruce de la nave central y el trasepto hay un cimborrio gótico, realizado entre 1499 y 1505 que da luz a la capilla mayor. El coro que originalmente se encontraba en la nave principal, frente al altar mayor, fue desmantelado en el siglo XX, trasladándose parte de los sitiales a la capilla mayor y a la capilla del Santo Cristo. Nos fijamos ahora en el cimborrio sobre la capilla mayor, obra del maestro Rodrigo de Badajoz, procedente de León. Su función práctica es dar luz a la iglesia, pero también hay una consecuencia teológica al crear una atmósfera mística, dando luz a la zona más sagrada de la catedral. Hasta su construcción había una bóveda de crucería en este lugar, con una estructura de vigas para colgar de ella un incensario a imitación del botafumeiro de Santiago. En la capilla mayor hay dos notables enterramientos: el de la izquierda de desconocido ocupante, y el de la derecha es el del cardenal Quevedo, fallecido en 1818 y que, además de obispo de Ourense, fue nombrado cardenal, formó parte del Consejo de Regencia durante la Guerra de la Independencia y fue inquisidor general hasta la
disolución del Santo Oficio por las Cortes de Cádiz en 1812. El retablo de la capilla mayor, de principios del siglo XVI, se atribuye a Cornielles de Holanda y está realizado en un fino gótico-flamígero. Consta de 5 calles y 4 cuerpos, que serán 3 en la calle central al ser de mayores proporciones. En su despliegue iconográfico, en la calle central y en la posición más destacada está San Martín de Tours, patrón y titular de la catedral. La narración escultórica del resto de los espacios del retablo se refiere a la vida de Jesús y María, con episodios fácilmente reconocibles como, por ejemplo, la Asunción y la Piedad en la calle central. Es la Virgen de la Asunción la copatrona de la catedral, de ahí su posición destacada en el altar. Completan el retablo otros personajes bíblicos y santos. El retablo gótico se flanquea por otros dos altares donde se representa el martirio de los ourensanos San Facundo, Santa Eufemia y San Primitivo. Son obra de Canseco. Al transformarse el testero de la catedral a principios del siglo XVII y construirse la girola o deambulatorio para aumentar el número de capillas y facilitar el culto, se impone un estilo renacentista con influencias herrerianas, que por su sencillez de formas no choca demasiado con el estilo general del templo. Las capillas, recorriendo el deambulatorio de izquierda a derecha, son la Anunciación o de los Boan, familia a los que nos referiremos en la praza doFerro, la de la Conversión de San Pablo o de Armada, la de Santa Isabel o del Arrojo, la de la Concepción o del dean Sotelo y Novoa, la de la Resurrección o del médico Prada, la de la Asunción o de los Argiz y el altar de San Antonio o de Álvaro Salgado. Merece una parada la capilla de la Asunción para admirar en su interior uno de los pocos Cristos románicos conservados en la provincia.

Conjunto Arqueológico Natural de Santomé
Que destaca tanto por la relevancia arqueológica del yacimiento como por el valor ecológico de su entorno. A escasos 3 km del núcleo urbano, los restos encontrados en los recientes trabajos de excavación señalan la existencia de dos núcleos claramente diferenciados. Uno corresponde al periodo castreño, siglo I, y el otro u otros comprendidos entre los siglos II al V, del tiempo de la romanización. El núcleo castreño está situado en la vertiente sur de la colina, en un lugar abrupto sobre el río Lonia que le sirve de defensa natural. Desde aquí se observan las impresionantes marmitas de gigantes, enormes piedras erosionadas por las aguas, que forman como pozos o bañeras.
. Iglesia de la Santisima Trinidad
La portada por la que se accede desde la plaza de A Trinidade procede del antiguo hospital de San Roque, que se encontraba en la Alameda, de ahí la representación del Santo y su perro Melampo. Posiblemente los otros dos personajes, en sendos medallones, sean Hipócrates y Galeno por razón de sus vínculos con la medicina. La iglesia es la más antigua de las que se conservan en Ourense. De su fábrica original se aprecia el aspecto fortificado y algunos detalles románicos. De tiempo después, de entre los siglos XV y XVI, es la crestería gótica-flamígera. En la Trinidad, también hubo un hospital en la actual casa parroquial junto a la iglesia. Su situación en rúa Villar, por donde llegaban los peregrinos, hizo que muchos de éstos se hospedaran en este lugar. La mayoría de los peregrinos llegaban desde el interior de Portugal o desde la Vía de la Plata; en lugar de enlazar desde Astorga con el Camino francés se desviaban hacia Ourense. En la portada de la iglesia lateral, frente al antiguo hospital, hay una concha de vieira, el símbolo por excelencia de los peregrinos a Santiago
de Compostela. La iglesia se encuentra próxima al Jardín de O Posío. El instituto Otero Pedrayo se trasladó a este lugar y los profesores crearon este jardín con semillas procedentes del jardín botánico de Madrid. Hay árboles y plantas no muy habituales en un parque de ciudad. Actualmente, es un parque urbano cerrado, dividido en tres terrazas: la superior con arbolado evocativo del bosque; la central, que es el paseo tradicional, y la inferior, centrada por un paseo de palmeras y una frondosa rosaleda, transformada en lago. Nos referimos ahora al instituto Otero Pedrayo, que fue el primero de la ciudad, además de biblioteca y museo. El edificio sufrió un devastador incendio en 1927, del que se pudieron salvar piezas artísticas y libros de gran valor.
Capilla de San Cosme y San Damián
En la plaza de San Cosme, destaca la pequeña capilla de San Cosme y San Damián, de portada plateresca, y más aún lo que contiene, la obra del escultor contemporáneo Arturo Baltar, ubicada aquí desde 1980, fecha en que se restauró la capilla. Se trata de un belén que es, más bien, una exposición etnográfica de las tradiciones, usos de la gente, trabajos tradicionales, mostrando el modo de vida en la Galicia de otro tiempo. Si miramos con detenimiento las escenas que representa, ya que las figuras interactúan entre ellas, encontraremos cantares de ciego (personaje que iba de pueblo en pueblo contando historias), un alfarero, situaciones festivas en lasplazas de los pueblos, personajes singulares o ejemplos de arquitectura tradicional gallega . Artuto Baltar es ourensano, nació en 1924. Su carácter autodidacta le ha llevado a trabajar de un modo personal, únicam ente con barro y con sus propias manos. Sus obras se encuentran expuestas en los principales museos gallegos. El belén fue un encargo que hizo en 1967 la Asociación de Belenistas de Ourense. En el primero de los belenes de Arturo Baltar, que se expuso en los soportales del
ayuntamiento, estaban las figuras tradicionalmente más habituales: el misterio compuesto de el Niño, la Virgen, San José, un ángel, el buey y la mula, y los reyes magos. En los años posteriores, se fueron incorporando el resto de personajes hasta llegar al tamaño actual. En la ciudad hay 8 placas, una de ellas en esta plaza, sobre la novela de “A Esmorga”, de Blanco Amor, que han sido realizadas por Manuel Figueiras. Curiosamente en el Belén aparece una escena en una taberna. Dentro de ella, tres personajes, “os esmorgantes” están jugando a las cartas. Es un pequeño homenaje que hace el escultor a los protagonistas de la novela.

Convento de San Francisco
Es el claustro de estilo románico-gótico Erigido en la primera mitad del siglo XIV es el más autóctono y completo de Galicia. Es cuartel de infantería desde 1843. La iglesia fue trasladada, piedra a piedra a su actual ubicación en las inmediaciones al parque de San Lázaro en 1929. De planta rectangular, casi cuadrada, ninguno de los lados tiene el mismo número de arcos, que en total suman 63, con 76 columnas dobles, apuntados y apoyados en columnas dobles
 excepto las cuatro primeras y las cuatro últimas, que son las únicas de fuste cuadrilobulado. La cubierta es de madera. La decoración se concentra en los espacios interarcos con cabezas inscritas en círculos, y en una riquísima colección de capiteles vegetales, zoomórficos (animales fantásticos y reales, como perros, leones, elefantes) y antropomorfos. En el interior de los ángulos que forma la arcada oeste de las galerías con las adyacentes, se encuentran sendas columnas-estatuas, de Santiago Peregrino y de San Pedro, esta con un capitel con la escena de la Anunciaci6n. El convento ha sido reconvertido en centro cultural, albergue de peregrinos y sala expositiva de escultura del Museo Arqueológico, ya que dicho museo se encuentra normalmente en el Palacio Episcopal pero está siendo reformado. Junto a él se encuentra el cementerio de San Francisco, donde se encuentran enterrados muchos personajes de la cultura de la ciudad (escultores, pintores, poetas…). Este cementerio fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2000, mientras que el claustro fue declarado Monumento Nacional en 1923.
La Alameda
En la Alameda, en otro tiempo huerta de olivos del ayuntamiento, se abrió la calle Progreso sobre la antigua carretera de Villacastín a Lugo. Muchos comerciantes se establecieron en esta calle, quedando en la actualidad edificios de los siglos XIX y principios del XX como testigos de esta presencia de la burguesía. También se instalaron los primeros hoteles de la ciudad y ya en el siglo XX, el Mercado de Abastos. El obispado es el único edificio que sobrevive en la Alameda de un tiempo anterior, cuando era un seminario. La calle Progreso divide la alameda en dos partes. La zona que está junto a la Plaza de Abastos dispone de una cancha de llave, un juego popular que tiene diferentes reglas según la zona de Galicia. El edificio de Correos ocupa el lugar donde estuvo el hospital de San Roque. El cuidado parque, con espacios para el paseo, los juegos infantiles o para tomar algo tiene, además, casi escondidas diversas esculturas y objetos como “La escultura de mujer”, de Luis Borrajo, o una rodela de la primera turbina hidráulica que por 1902
suministró energía a la ciudad de Ourense. Una escultura de rocalla está dedicada a Florentino López Cuevillas, antropólogo y prehistoriador, miembro de la generación Nós. En la plaza del Bispo Cesáreo, convive el clasicismo del pazo episcopal, obra de Antonio Queralt, con el modernismo de edificios como el hotel Barcelona y la casa Román, ambos del arquitecto Daniel Vázquez Gulías, al que se deben otras obras como el Centro Gallego en la Habana o el balneario de la Toxa. La plaza recibió antes el nombre del Horta do Concello, y en la actualidad del Bispo Cesáreo, de origen burgalés y que ocupó la sede ourensana entre los años 1875 y 1895. La Fuente de la Alameda, en el centro de la plaza, procede del monasterio de Oseira y sustituyó a la estatua de Concepción Arenal, que actualmente está frente a la Audiencia. En la misma plaza, una escultura de bronce representa a Eduardo Blanco Amor, en actitud serena, como si buscara inspiración una vez más en la ciudad que es escenario de casi toda su obra. Fue periodista y escritor, emigrante durante un tiempo en Argentina desde donde hizo de puente entre los intelectuales gallegos a ambos lados del Atlántico. Pero, sobre todo, recordado por su novela “A Esmorga”, publicada en 1959 y que tuvo una gran importancia en la renovación de la narrativa gallega, además de contar con la simpatía de los ourensanos que reconocen los rincones de su ciudad en los pasajes de la novela.
Plaza de Abastos
En el mercado, se vendían los productos de la zona: la carne, el pulpo, los productos de huerta, los vinos de producción cercana, pan artesano y empanadas, entre otras cosas. Hoy en día, además, se venden otros productos gracias a la mejora de las comunicaciones con otras zonas de Galicia. Ourense, al ser la única provincia gallega interior, tiene una gastronomía que, aunque de raíces gallegas, se basa más que en otras zonas en los productos de huerta y en la carne vacuna y de cerdo. Es la provincia además afamado lugar de grandes vinos y licores que acompañan a los tradicionales platos como el caldo, las empanadas, los buenos panes, la carne al caldero, el cocido, las anguilas y otros tantos platos con tradición o de más reciente incorporación, ya que las buenas comunicaciones con los puertos pesqueros y otras zonas gallegas y castellano-leonesas hacen que se encuentren ingredientes de todo tipo de primera calidad. Como curiosidad, el pulpo á feira como se toma ahora difiere a como se tomaba en el pasado. No se tomaba fresco, sino seco, por lo que había que rehidratarlo. En cuanto al condimento -el pimentón y el aceite- eran escasos en este lugar, por lo que se echaba con mesura. Para más inri, la receta que data del siglo XII no pudo incluir el pimentón, ni el habitual acompañamiento de la patata, hasta después del descubrimiento de América
Torre de A Forxa
Fortaleza defensiva En el extremo suroeste de la desecada Lagoa de Antela, construida en los siglos XI y XII como defensa de Galicia en sus luchas entre Alfonso Henríquez de Portugal y Alfonso VII de Galicia. Este último la cedió al obispado de Ourense en 1157, el cual estableció en ella un monasterio de frailes jerónimos. En el siglo XIV fue ocupada por el duque de Lancaster y poco después asaltada por los Irmandiños. Se levanta en el centro de una plataforma correspondiente a una fortificación mucho más compleja de la que solo queda un muralla arrasada. Su planta es cuadrangular (9.30 x 9.30) con una buena cantería, puerta con arco ojival y mensulas decoradas. Desde lo alto se pueden divisar a la perfección las torres de Sandiás, Pena y Celme que completaban el conjunto defensivo de la zona.Está muy bien conservada y en el exterior se aprecian las pequeñas ventanas de vigilancia y las troneras biseladas que utilizarían los arqueros. En el interior se han reconstruído con madera las cuatro plantas, a las que se accede por empinadas escaleras. En la inferior hay un punto de información sobre la Vía Nova.
Cascadas del Fírveda
Nuestra ruta empieza en esta localidad. Si quieres
reducir la distancia, dejándola en 2 kms., puedes acceder con el coche a la zona de la torre de Porqueira, accediendo rápidamente a la zona del Río Fírveda y a sus cascadas. Continúa la ruta para acceder a la Torre de esta localidad. Seguimos hacia la izquierda. Pronto caminamos por un camino sin asfaltar, que gana pendiente. Divisamos a la izquierda las paredes por las que progresa el Río Fírveda y sus principales cascadas Veremos unos senderos a la izquierda que nos llevan a la parte superior de las cascadas.